
Cada una de nosotras hacemos de nuestra casa un lugar de comodidades a nuestro gusto.
Cuando recibimos visitas tratamos de ser amables para que cada uno de nuestros invitados se sienta a gusto.
¿Cómo no fallar en el intento?
En la vida diaria tratamos con personas de diferentes estratos sociales y con cada uno demostramos nuestra educación y conocimientos en buenos modales y cortesía. A eso se denomina, “urbanidad”.
Con elegancia y respeto
Según el manual de Carreño, se llama urbanidad; “al conjunto de reglas que tenemos que observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y palabras, y para manifestar a los demás la benevolencia, atención y respeto que les son debidos”
Toda niña desde muy pequeña debería tener instrucción al respecto para poder desenvolverse el día de mañana con la mayor comodidad posible.
Es muy importante tener en cuenta losconceptos básicos para saber poner la mesa de manera correcta:
De mayor a menor tamaño y de izquierda a derecha. Empezando por la izquierda, primero la copa para el agua, luego la de vino tinto y luego la de vino blanco; entre estas dos últimas se coloca la copa de cava o champagne.
Enfrente del plato, un poco a la izquierda, se coloca el platito del pan. El pan se cortará con la mano (nada de cuchillo), y las migas, a ser posible, que caigan en el platito (para algo se pone).
Por último, no se ponen ceniceros en la mesa. Si hubiese fumadores entre los comensales los ceniceros sólo se sacarán cuando se sirva el café
Con respecto al servicio de la comida, también debemos tener ciertos conocimientos.
De nada sirve preparar excelentes alimentos si el menú no está bien armado y que impidan que cada plato sea degustado de forma placentera, pudiendo captar cada uno de los sabores. Es por este motivo que debemos saber que en general la comida se sirve en orden creciente de intensidad.
¿Lo seguimos charlando en la próxima?
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